Como continuación de “Quo vadimus nos? (Capítulo 1)” -en adelante QVN1- quedamos en intentar averiguar
dos cosas. Si el objetivo de G3C –“desarrollar
una democracia más directa y participativa”- sigue
siendo compartido por la inmensa mayoría de las personas censadas en la
confluencia; y si la toma de decisiones y la participación en G3C funcionan
adecuadamente.
La primera de las dos cuestiones
planteadas podrá ser rápidamente respondida afirmativamente por cualquiera,
pero realmente tiene implicaciones. Por ejemplo, del tipo de organización
interna y de cómo se tomen las decisiones. Hasta ahora, en G3C se trabaja desde
Grupos de Trabajo que estudian asuntos y proponen cosas (acciones, decisiones,
etc) al Plenario, donde se consensuan o, si no es posible el acuerdo, se votan.
¿Quién participa en el Plenario?, todo el que quiera hacerlo. Todas las
personas que quieren aportar su granito de arena desde cualquier grupo de
trabajo. En función de la trascendencia de los asuntos tratados, las decisiones
de los Plenarios se asumen directamente o se proponen para las Asambleas
generales: ordinarias o extraordinarias, donde las decisiones son votadas por
las personas que, voluntariamente, se han dado de alta en el censo. Cualquier
cambio en nuestro sistema organizativo es posible, asamblea mediante, pero debe
responder al objetivo de G3C, so pena de constituir una organización nueva, se
llame como se llame, que el nombre es una cuestión de relativa importancia. Como
accesoria es también la fórmula “legal”, que en nuestro caso es, actualmente, un
“partido instrumental”.
Para aclararnos, la Asamblea
es soberana y, por tanto, puede modificarlo todo, por consenso o por
mayoría cualificada. En resumen: el nombre se puede cambiar sin problema. La
fórmula legal -es decir, cómo nos relacionamos con la Ley desde el colectivo-
también se puede modificar. La forma de organizarnos y de tomar decisiones,
también. Pero, ésta debe guardar coherencia con nuestros principios y
nuestros objetivos. En otro caso, estaremos destruyendo la confluencia y
los consensos alcanzados y estaremos construyendo otra cosa, donde tal vez
algunos no nos sintiésemos integrados.
La segunda cuestión -si en G3C
funciona correctamente la toma de decisiones y la participación- lo dejamos
para el Capítulo 3, el QVN3.
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