lunes, 1 de julio de 2019

QVN (Capítulo 2)


Como continuación de “Quo vadimus nos? (Capítulo 1)” -en adelante QVN1- quedamos en intentar averiguar dos cosas. Si el objetivo de G3C –desarrollar una democracia más directa y participativa- sigue siendo compartido por la inmensa mayoría de las personas censadas en la confluencia; y si la toma de decisiones y la participación en G3C funcionan adecuadamente.

La primera de las dos cuestiones planteadas podrá ser rápidamente respondida afirmativamente por cualquiera, pero realmente tiene implicaciones. Por ejemplo, del tipo de organización interna y de cómo se tomen las decisiones. Hasta ahora, en G3C se trabaja desde Grupos de Trabajo que estudian asuntos y proponen cosas (acciones, decisiones, etc) al Plenario, donde se consensuan o, si no es posible el acuerdo, se votan. ¿Quién participa en el Plenario?, todo el que quiera hacerlo. Todas las personas que quieren aportar su granito de arena desde cualquier grupo de trabajo. En función de la trascendencia de los asuntos tratados, las decisiones de los Plenarios se asumen directamente o se proponen para las Asambleas generales: ordinarias o extraordinarias, donde las decisiones son votadas por las personas que, voluntariamente, se han dado de alta en el censo. Cualquier cambio en nuestro sistema organizativo es posible, asamblea mediante, pero debe responder al objetivo de G3C, so pena de constituir una organización nueva, se llame como se llame, que el nombre es una cuestión de relativa importancia. Como accesoria es también la fórmula “legal”, que en nuestro caso es, actualmente, un “partido instrumental”.
Para aclararnos, la Asamblea es soberana y, por tanto, puede modificarlo todo, por consenso o por mayoría cualificada. En resumen: el nombre se puede cambiar sin problema. La fórmula legal -es decir, cómo nos relacionamos con la Ley desde el colectivo- también se puede modificar. La forma de organizarnos y de tomar decisiones, también. Pero, ésta debe guardar coherencia con nuestros principios y nuestros objetivos. En otro caso, estaremos destruyendo la confluencia y los consensos alcanzados y estaremos construyendo otra cosa, donde tal vez algunos no nos sintiésemos integrados.


La segunda cuestión -si en G3C funciona correctamente la toma de decisiones y la participación- lo dejamos para el Capítulo 3, el QVN3.

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